lunes, 15 de julio de 2013

Sinopsis Entrevista a Leonardo Satne, 1985


Continuando con las entrevistas de la vieja revista de Psiquiatría y Psicología Humanista en 1985, resulta igualmente interesante la entrevista a Leonardo Satne, en este caso para mostrarnos el fructífero dialogo entre Psicoanálisis y Psicodrama. Nos aporta respuestas interesantes en el doble sentido lo que aporta al Psicodrama el Psicoanálisis en la lectura de las escenas y lo que aporta el Psicodrama al Psicoanálisis.


Como representante del psicoanálisis en psicodrama, ¿cómo interpreta la articulación entre Lacan y Moreno?

Por un lado el psicoanálisis proporciona un aparato de lectura de las dramatizaciones y de las intervenciones de los miembros del grupo y también condiciona el dispositivo grupal y psicodramático que será diferente al de otras escuelas. En este psicodrama habrá un riesgo de caer en la fascinación de la mirada y en última instancia se trata de descifrar la frase que sostiene cada escena.

¿Qué aporta concretamente el psicodrama al psicoanálisis?

Desde el punto de vista de la teoría en tanto que el psicoanálisis estudia la constitución del sujeto psíquico, creo que sus métodos son válidos por sí mismos. Donde sí hay un aporte del psicodrama sumamente valioso es en el campo de lo grupal, y en el trabajo en instituciones, lo que podríamos llamar psicoanálisis aplicado. Donde abre un amplio campo en el que es posible la escucha psicoanalítica.

¿Qué opina sobre la utilidad terapéutica del psicodrama?

La utilidad terapéutica del psicodrama es múltiple, como puerta de entrada al psicoanálisis, a posteriori de un análisis el psicodrama puede brindar hallazgos.

Es también imprescindible el trabajo con grupos terapéuticos en instituciones asistenciales, particularmente con psicóticos.

En el trabajo con niños y adolescentes lo consideramos como la indicación más adecuada. Pensamos que es útil la aplicación de técnicas dramáticas en prevención, psicopedagogía, etc.

Es necesario también en formación profesional, en el área de la creatividad, que sin ser explícitamente clínicas tienen un efecto terapéutico.

¿Cómo ve usted las otras tendencias del psicodrama?

Los psicodramatistas de cualquier tendencia tenemos una deuda de gratitud con Moreno, verdadero padre fundador; haber tenido ocasión de trabajar con Zerka Moreno fue una experiencia muy valiosa, como también experimentar el carisma personal de Moreno en el congreso de psicodrama de Buenos Aires de 1969.

En 1946 los trabajos de mi Mireille Monod con el comienzo de la aplicación del psicoanálisis al trabajo psicodramático se abre un abismo teórico éntre las diferentes tendencias, donde las técnicas están marcadas desde la teoría. Por esto nos parece que bajo el mismo nombre de psicodrama se cobijan prácticas sumamente diversas.

Nos parece particularmente interesante el trabajo de Eduardo Pavlosky en tanto potenciador de la creatividad, Carlos Martinez Bouquet en las búsquedas del límite de la experiencia psíquica en su interés creciente por la psicología transpersonal y cuyos aportes nos resultan valioso en el campo de la creatividad y de las intervenciones de urgencia. Los esposos Lemoine, en cuya corriente estamos integrados, son quienes han llevado la reflexión lacaniana al campo del psicodrama, construyendo un sistema precioso y riguroso jerarquizando así la posibilidad de teorizar el psicodrama. La creatividad del psicodrama surrealista también parece aportar aproximaciones valiosas.

¿Los psicoanalistas ven al psicodrama con recelo?

No se puede generalizar. Hay quien sostiene ese recelo y otros muchos practican el psicodrama o están interesados en él.

Uno de los orígenes del recelo es no distinguir la acción simbólica de la actuación cuando en verdad ya el mismo Moreno había dado la pauta para su discriminación.

En muchos casos la ignorancia y el prejuicio sustentan tal recelo mientras la experiencia directa, de la que he sido testigo, lo ha disipado.



¿Cómo veía Lacan a sus discípulos psicodramatistas?

Lacan tenía una reserva importante frente a todo lo que fuese grupo, por los efectos imaginarios de éste. Precisamente el aporte de los Lemoine inicia una forma de trabajo en psicodrama que conociendo tales efectos acentúa la escucha del sujeto en el contexto grupal y a la vez señala los riesgos de las identificaciones en el grupo.

Es importante señalar que tanto Gennie como Paul se han analizado y han controlado casos de psicodrama directamente con Lacan, y que él aceptó esa tarea como válida desde el psicoanálisis.

Creo que Lacan era absolutamente desfavorable a un tipo de psicodrama y de trabajo en grupo que no tuviera en cuenta los efectos identificatorios, mientras que frente a otro tipo es positivo. En resumen, creo que lo aceptó y seguramente sus opiniones deben estar reflejadas en el psicodrama freudiano.

¿De dónde partió usted profesionalmente y cómo llegó tanto al psicoanálisis como al psicodrama?

Creo que lo que inicialmente me motivó a acercarme a la psicología fue la curiosidad acerca de mí mismo y de los que me rodeaban. Una primera respuesta la encontré leyendo a Freud, que proponía interpretaciones para situaciones que eran también las mías. Me irritaba descubrirme. Entonces elucubraba teorías para rebatirlo, para encontrarme párrafos después argumentaciones que rebatían mis defensas; así fue que mi primer analista fue Freud.

Después vinieron mi análisis personal, los grupos de estudio, y el deseo de ser analista. Estos fueron los inicios.

Mi amor por el teatro y la literatura, que es también el drama o la tragedia humana, fue el origen de un interés que encontraría su canalización en el descubrimiento del psicodrama.

¿Cuáles son sus proyectos actuales?

Además de proseguir mis tareas habituales como psicoanalista y psicodramatista, contribuir a la realización del encuentro de Buenos Aires, de 1985, y la publicación Cuadernos de psicodrama.

Estoy entusiasmado con el proyecto de crear en el centro San Jordi de Sant Cugat un centro de investigación en terapias avanzadas, cuyas siglas forman la palabra CITA. No veo incompatible interesarme por el debate de las luces que puede protagonizar Lacan en nuestra época y al mismo tiempo en otras propuestas de personas que tal vez nunca han oído hablar de este señor, pero que han creado experiencias que nos permiten avanzar en el conocimiento y el enriquecimiento personal.

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