La imperiosa necesidad de cierre de episodios trascendentes, nos trae la siguiente escena, en la cual se hace patente como el buen cierre de determinadas situaciones no es posible porque está encadenado a una serie de escenas no cerradas –inconclusas– desde tiempo inmemorial. Este psicodrama nos muestra toda su potencialidad para retroceder sobre nuestros pasos y sobre esa cadena para ir cerrando las puertas adecuadas que nos abren las ventanas del equilibrio y la salud.
3.-Escena de la mesa que nos reúne Es traer nuevamente lo dramático al individuo como agente creador. Al fin y al cabo, el psicodrama con su advenimiento llevó de nuevo el drama a su comienzo más simple y más antiguo, a la condición de propiedad de la humanidad al alcance de la habilidad de todos los hombres- todos y cada uno somos autores o actores que podemos producir el drama en nuestro propio estilo, recuperando el potencial de psicocatarsis para ser utilizado de una manera más perfecta y adecuada. Ahora bien, según mi opinión, todo ello, supone el reconocimiento de valores de cada grupo y de cada persona, donde el “otro” es reconocido en su diferencia así como en su igualdad para aportar o enriquecer al conjunto social.
(Comentarios y resumen por D. Luis De Nicolás sobre la escena del Taller de Sociopsicodrama del 9 de abril del 2011, dirigido por Mónica Zuretti.)
Elaboración y comentario posterior de algún espectador-participante:
Reconciliación y reconstrucción de vínculos se dan la mano para restaurar la paz interior… reconstrucción personal, interior e intima, a través de la cual el espejo de los otros nos devuelve las partes negadas y renegadas de nosotros mismos, despojadas de la vergüenza, y que pueden reintegrarse en nuestra imperfecta humanidad que así recupera su integridad, unidad admirable, que vuelva a ser un todo bello, bueno y hermoso, amado y amable, íntegro en su honradez y en su bondad.
Nuevo viaje al encuentro de mi mismo en confluencia con personas a las que aprecio. Llegamos entre broma y risa y risa y broma. Allí nos encontramos con personajes de película, película que no es la nuestra pero que se entrecruza por momentos. Tengo la sensación de que hemos acertado en la elección del lugar, es agradable y acogedor, construido con madera del lugar que me hace sentirme más acogido si es que es posible. Reconocemos el terreno circundante por esa necesidad de sentirnos integrados con el entorno; jugamos con la naturaleza como cuando fuimos niños (que el niño no se pierda) y retozamos en el césped con los animales autóctonos que nos reciben y nos acompañan en un paseo por el lugar, agradable paseo. Justo lo que se necesita para continuar con el crecimiento personal, buena gente, cariño, aceptación de las diferencias y sinceridad. Gracias por estar ahí.
ResponderEliminarEs como sentir miedo pero a la vez seguridad, es estar con tu grupo, aquel que te entiende y te atiende, que te abraza y te da calor. Un grupo que siente cuando sientes y se muestra cuando tienes miedo de tus sentimientos, tus dudas, tus recelos y te sostienen para que sigas adelante a pesar del cansancio, a pesar de las tristezas del alma.
ResponderEliminarEs tu equipo el que vive lo que tú vives de mil maneras diferentes para aportarte la fuerza suficiente del camino duro, el de los juzgados e incomprendidos, los etiquetados, los que nunca hacen nada malo, pero ante todo, por encima de todo son personas, los que te recuerdan las miserias de todos y todas y te invitan a continuar en el camino porque te necesitan....y yo a ellos.
Gracias equipo
Marta la Anónima